Reconocido por el propio Presidente, al comienzo de su alocución y ante un Antel Arena, con muchos lugares vacíos, manifestó: “Este es un acto político. Es un acto de gobierno”.
Más que una Rendición de su gestión, hizo una rendición desde el 2005 a la fecha, destaco las metas prometidas en la campaña y logradas en lo que va del gobierno, con números muy cuestionables
Dejando de lado los puntos débiles de su administración, como el prometido “cambio de ADN” en la educación, o la intención de bajar las rapiñas un 30% o llevar el déficit fiscal a 2,5%.
Pero el FA se sintió con fuerza ante el discurso del Presidente, fundamentalmente “con la letra” que les dio a sus militantes, los que por cierto no podrán andar con las gráficas que presento durante el acto, el cual fue emitido por cadena nacional.
Para terminar pidió “un imposible” a sus militantes: “No podemos pretender una oda a la dulzura, pero sí podemos pretender un tránsito respetuoso y tolerante. Honremos nuestra tradición democrática y republicana, el sistema político uruguayo goza de un gran prestigio a nivel internacional por su larga historia, prolífera y tolerante”
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